Mensaje del Obispo Mons. Juan José Chaparro con motivo del Año de la celebración de los 25 años de la Diócesis creada por Juan Pablo II el 22 de julio de 1993.
San Carlos de Bariloche – Miércoles de Ceniza 2018
“Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia “. (Salmo 135, 1)
A los sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos de la Iglesia de San Carlos de Bariloche
Queridos hermanos:
Con alegría nos disponemos a celebrar los 25 años de la creación de nuestra Diócesis de San Carlos de Bariloche. El 22 de julio de 1993 el Papa San Juan Pablo II dispuso la creación de esta Diócesis que tiene como Patrona a Nuestra Sra. De las Nieves y Patrono a San Carlos Borromeo.
Nuestra celebración
Hoy queremos hacer memoria agradecida por todas las bendiciones derramadas en esta Diócesis durante estos 25 años, en personas, acontecimientos, logros y también en las dificultades y fracasos, porque allí se hizo presente la mano del Señor, ofreciéndonos siempre nueva vida. Será ocasión para pedir perdón por las veces que no fuimos fieles al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, sea por acción u omisión.
Por supuesto, los 25 años son un marco y motivo de celebración, pero la Iglesia en esta zona no nació con la Diócesis, y por eso mismo, nuestra mirada se volverá agradecida también a su historia anterior, marcada por mártires, santos y santas, familias cristianas, ministros sagrados, en fin, manifestaciones de la gracia y de Dios.
Es tiempo propicio para preguntarnos sobre el rostro actual de nuestra Iglesia: ¿Quiénes somos? ¿Cómo y dónde estamos? ¿De qué manera llevamos adelante la misión encomendada por el Señor, en este tiempo y lugar, según las orientaciones de la Iglesia Católica: el Concilio Vaticano II, las Asambleas Generales del Episcopado Latinoamericano y especialmente las enseñanzas del Papa Francisco?
El Sucesor de Pedro nos propone ser una Iglesia fiel al espíritu del Concilio Vaticano II, ese magno acontecimiento del Espíritu Santo en los últimos tiempos, y que marca de una manera especial el camino de la Iglesia de nuestros días:
Una Iglesia toda Pueblo de Dios, donde cada uno es importante y nadie sobra, llamados por Dios en Jesús su Hijo a vivir y anunciar la Buena noticia de su amor salvador, siempre con otros que son hermanos y no extraños, buscando un mundo donde todos seamos familia según el sueño de Dios.
Una Iglesia en salida al encuentro de todos, especialmente los más heridos y excluidos; por lo tanto, no autorreferencial, cómoda y sin problemas: son muchos los que esperan de nosotros que reflejemos el rostro de Jesús. Salir significa encontrarnos también con los problemas y dificultades de nuestra sociedad y nuestro mundo, y no esquivarlos.
Una Iglesia que por la fuerza del Espíritu Santo se convierta más y más a Jesús el Señor, rostro del amor misericordioso del Padre, en sus formas y estilos, estructuras y modos, para dar luz a una Iglesia que viva y anuncie el Evangelio de la alegría.
Finalmente: ¿Qué soñamos para nuestra Iglesia? ¿Por qué andariveles caminar? ¿Qué tenemos que vivir y realizar para ser fieles a nuestro Señor Jesucristo en este tiempo y en esta historia que nos toca vivir?
Aspectos organizativos
Este año de celebración dará inicio el Domingo de Pascua de este año 2018 y culminará en la Pascua de 2019. Tendrá como celebración principal la fiesta de la Virgen de las Nieves de este año, prevista para el último fin de semana de octubre, salvo que algún acontecimiento del orden nacional o local altere esa fecha.
Para organizar y dinamizar este camino, hemos nombrado una Comisión de la Celebración de los 25 años, a quienes agradecemos por su disponibilidad y generosidad. Ellos han recogido las diversas iniciativas surgidas en Consejo Presbiteral, Consejo Diocesano de Pastoral, y otras instancias.
Esta comisión les hará llegar la programación y los modos de ir haciendo esto realidad, de tal manera que este año podamos por la gracia del Espíritu Santo recrear nuestra respuesta al Señor que nos ha llamado en su amor.
Oración y acción

Encomendamos todo esto a nuestro Señor, la Virgen de las Nieves y San Carlos Borromeo, a los Beatos de la Patagonia Ceferino Namuncurá, Laurita Vicuña, Artémides Zatti, y a nuestros hermanos y hermanas que están junto a Dios. Con corazón creyente oraremos por el Pueblo de Dios, esta Iglesia nuestra, y también por esta sociedad a la que queremos aportar la luz del Evangelio.
Invito a todos: sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos, a recorrer este camino aportando lo propio y también lo de sus comunidades, profundizando y alentando la vida de esta gran comunidad: la Diócesis de San Carlos de Bariloche, que unida a todas las Iglesias particulares del país y del mundo, bajo el cayado de Pedro, el Papa Francisco, quiere servir al mundo con el Evangelio de Jesús el Señor.
Mi abrazo y bendición
Juan José Chaparro cmf
Obispo Diócesis San Carlos de Bariloche